Mitos sobre el electrico.
5 mitos sobre el vehículo eléctrico que ya deberías haber superado
El mundo se prepara para abrazar el vehículo eléctrico. En un contexto medioambiental difícil, la apuesta por sustituir los vehículos propulsados por combustibles fósiles es más que una opción; es una necesidad. Sin embargo, mucha gente recela todavía de los vehículos que prescinden de la gasolina y el diesel. Y lo hacen, en parte, basándose en toda una serie de mitos que han sobrevivido en el tiempo desde la aparición de los primeros vehículos eléctricos.
Hoy, muchas de las nociones que se han tenido sobre los vehículos limpios se han quedado, sencillamente, obsoletas. Los vehículos eléctricos ofrecen ya una alternativa fiable a las opciones más contaminantes. Es así, por ejemplo, con el Opel Corsa Electric, 100% eléctrico, capaz de acelerar de 0 a 100 en 8,7 segundos y “culpable” de un total de cero emisiones de gases de efecto invernadero.
Mito Nº1: La batería no será suficiente
Una de las principales razones a las que apuntan los conductores a la hora de descartar los vehículos eléctricos como opción es una (supuesta) falta de autonomía. Pensar que la batería del coche no dará para alcanzar el lugar de destino o la próxima estación de carga es una fuente de ansiedad muy presente entre los que tienen que elegir un coche nuevo. En realidad, si bien podía ser cierto que los primeros vehículos eléctricos tenían un problema con la cantidad de kilómetros que podrían recorrer con una sola carga de su batería, hoy, no es menos cierto que ese es un problema superado.
En la actualidad, los coches eléctricos ofrecen una autonomía más que suficiente para la gran mayoría de desplazamientos (especialmente considerando un uso doméstico). Es el caso del Opel Corsa Electric que ofrece una autonomía que va más allá de los 400 kilómetros. Una distancia que garantiza que el Opel Corsa tiene tanto el destino como un punto de carga al alcance de su batería en todo momento.
Mito Nº2: Hay pocos puntos de carga
Junto a la autonomía, otro de los mitos acerca de los vehículos eléctricos que se ha extendido en el tiempo es el que dice que la infraestructura de carga todavía es demasiado escasa como para que tener un coche eléctrico sea una opción viable.
La red de carga de vehículos, como cualquier infraestructura que requiera de muchos puntos de servicio, es acumulativa. Por supuesto, cuanto mayor sea el número de puntos de carga, menos problemas tendrán los que quieran cargar el coche. Pero, al alcanzar la red una escala suficiente, desaparecen las probabilidades de que cualquier conductor se encuentre con que no tiene acceso a un punto de carga. Y en la actualidad, la red española, ya tiene un tamaño suficiente como para habilitar el uso del vehículo eléctrico en casi cualquier punto de la geografía española.
Según ANFAC, en España hay más de 22.760 puntos de recarga públicos repartidos por el territorio. Además, la expansión de la red continúa a marchas forzadas en pos de los objetivos marcados con la Unión Europea, todavía lejanos. Con ese horizonte, en 2023, la red española de puntos de recarga para vehículos eléctricos creció un 4,5% en el primer trimestre y un 5,1% en el segundo.
Mito Nº3: Son coches lentos
Los coches eléctricos también suelen estar acompañados de la creencia de que son menos potentes que sus contrapartes de gasolina o diesel. Se suele pensar que no tienen la misma capacidad de aceleración que los vehículos alimentados por combustibles fósiles y que eso representará una desventaja—y puede que un peligro—a la hora de utilizarlos en la carretera.
En realidad, la electricidad permite acelerar mucho más rápido que los motores de combustión interna. Mientras que los motores de gasolina y diesel tienen que revolucionarse para ir aumentando la potencia paulatinamente, los eléctricos permiten tirar de la máxima potencia desde el primer momento, como un interruptor que enciende una lámpara. Además, hoy, los vehículos eléctricos tienen una velocidad punta más que suficiente como para circular por cualquier carretera con seguridad.
El Open Corsa Electric, en sus dos versiones, de 100 kilovatios y de 115 kilovatios ofrece una potencia de 134 y 154 caballos, respectivamente. Gracias a ellos, el Corsa tiene una aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en 8,7 segundos, y alcanza una velocidad punta de 150 kilómetros por hora, muy por encima de los límites de velocidad de la mayoría de carreteras europeas.
Mito Nº4: Se tarda una barbaridad en cargarlos
Otra de las creencias que persigue a los vehículos eléctricos supone que por el hecho de tener que cargar la batería para utilizarlos, sus tiempos de repostaje alcanzan duraciones interminables. Pero es que, aquello de hace falta mucho tiempo para cargar un coche eléctrico es otra leyenda urbana. En algún momento pudo ser cierta, pero ya ha quedado completamente obsoleta.
Además, la carga rápida, una de las innovaciones más recientes en el campo de la movilidad eléctrica ha terminado de reducir los tiempos necesarios para llenar las baterías de los vehículos eléctricos. Media hora es todo el tiempo que hace falta para cargar una batería del 20 al 80%, el tiempo justo para tomar un café, un bocadillo y pasar por el baño de una estación de servicio. Y eso es ahora. En el futuro, la carga ultra rápida —aún difícil de encontrar en las redes de carga para coches eléctricos— permitirá tener la batería cargada en 5 o 10 minutos.
La batería del Opel Corsa Electric, por ejemplo, se carga de un 20% a un 80% en apenas 30 minutos.
Mito Nº5: La batería contamina que no veas
Otro de los principales mitos en torno al coche eléctrico tiene que ver con los deshechos que genera, concretamente con lo contaminantes que son sus baterías. Según esta idea, las baterías de los coches eléctricos no se pueden reciclar y terminarán contribuyendo a las enormes cantidades de basura que producimos los seres humanos y de las que no nos podemos deshacer. Es una creencia incorrecta.
Las baterías de los coches eléctricos, como es el caso de la batería de litio del Corsa Electric, son reciclables, exactamente igual que las baterías de los coches de gasolina y diesel. Las celdas se pueden reusar para almacenar energías renovables y muchos de sus elementos más valiosos son recuperables. Es decir, un vehículo eléctrico no es menos reciclable que uno de gasolina a causa de su batería. Pero es que, además, a este hecho hay que unirle que la alternativa eléctrica reduce las emisiones drásticamente en comparación con los coches propulsados por combustibles fósiles. Carentes de combustión, sus motores no emiten gases de efecto invernadero durante su uso. Así, los vehículos eléctricos, precisamente gracias a su batería son mucho menos nocivos para el medio ambiente durante toda su vida.
¿Aún sigues haciendo caso a este tipo de leyendas urbanas?